Son muchos los informes, investigaciones, manuales y las guías en diferentes idiomas acerca de este tema; y todo apunta a que la gestión sanitaria empieza a tornarse en parte, alrededor de ello: la seguridad de los pacientes que, además de no dañar busca ser costo efectivo. 

Para quiénes venimos trabajando ya desde hace varios años en este tema y desde lo personal, a veces esto parece cuesta arriba…y no son pocas las veces.

Cuando hablamos de implementación de las metas internacionales de seguridad de paciente nos encontramos con muchas fortalezas y en eso podemos nombrar a la creciente capacitación del personal de salud en este tema de interés. Esto es una apuesta que la Red Federal de Salud encabezada por la Dirección Nacional de Calidad y regulación sanitaria, viene llevando hace dos años con la participación de equipos de todo el país en diferentes temas de implementación de las Metas de seguridad del paciente. También existen ofertas académicas variadas en Universidades, en general en formato de Diplomados.

Esta compleja red de trabajadores por la salud de los pacientes se enfrenta a situaciones no deseadas, pero al parecer inevitables: los eventos adversos. La dificultad de hablar de ellos para aprender y prevenir se traducen la principal  barrera para la implementación de medidas de Seguridad del Paciente, que es la resistencia al cambio.

Un cambio necesario

Las gestiones hospitalarias actualmente se ven desafiadas por la necesidad del cambio, y entre las razones podemos mencionar:

• porque el paciente demanda día a día más información
• la información es más especializada, más compleja y disponible en los servidores
• porque la inteligencia artificial llego para crecer a pasos acelerados
• las redes sociales administran información y opiniones de todo tipo de calidad

Todo esto sin duda no sustituye a un profesional ni a un diagnóstico, pero si puede complejizar la relación médico paciente y la comunicación entre las partes. Sabemos que la comunicación efectiva es una herramienta esencial del personal proveedor de salud y sin embargo, parecería estar fallando.

La comunicación es una meta internacional de la seguridad de los pacientes, no solo por sí misma sino porque atraviesa también a todas las otras metas; generalmente cuando se analiza el origen de un evento adverso, la comunicación es un factor que está en falla, por lo tanto formarnos en comunicación y fortalecer algunos de sus pilares como la escucha activa, la empatía, la compasión, la atención centrada en la persona y la co-creación, se vuelven características distintivas de un sistema con ejes en la seguridad y la calidad.

Desafíos y oportunidades

El desafío para quienes trabajamos en seguridad de paciente es enorme, la convicción de que estos son factores/habilidades a desarrollar, son grandes oportunidades para alcanzar la excelencia en las instituciones.

Es necesario la formación en las carreras de salud y en las universidades -y no solo en posgrados o decisiones directivas y gerenciales- para crear las condiciones que propicien la comunicación en este sentido de la calidad de manera integral y multidimensional, entendiendo que el crecimiento en este sentido es una fortaleza y una oportunidad.

Sexto año del Día Mundial de Seguridad del Paciente

Este año el lema propuesto por la OMS es: “¡diagnósticos correctos, pacientes seguros!”; haciendo referencia a la oportunidad: el diagnóstico que llega a tiempo es oportuno y puede mejorar el pronóstico. Los atrasos en los diagnósticos, que son eslabones en la cadena del sistema de salud, generan inequidad y se contraponen a un sistema de salud de calidad y eficiencia.

Hoy entonces es un momento un buen momento para reflexionar acerca de qué tipo de profesionales, trabajadores de la salud e instituciones queremos ser. Si queremos ser de calidad debemos fortalecer:

-Lideres de calidad y seguridad del paciente

-Fomentar la evaluación y monitoreo de indicadores

-Trabajar con metodología de mejora continua

-Crear ambientes laborales que motiven la comunicación, la co-creación y el aprendizaje.

El desafío queda planteado para quienes empiezan a formarse en carreras de salud y quienes ya tienen muchos años en estas profesiones; la cultura de seguridad se transmite y ser el ejemplo para los futuros profesionales, es un requisito.

Para alcanzar los objetivos de costo-efectividad, equidad y calidad, necesitamos adaptarnos a los grandes cambios en nuestra forma de comunicarnos. La inteligencia artificial, que ya está presente y seguirá evolucionando rápidamente, está transformando la relación entre médicos y pacientes. Como resultado, la manera en que entendemos la calidad y la seguridad en la atención médica también cambiará.