PUNTO DE VISTA | 31 oct 2024
Defender lo que funciona
Algunas reflexiones sobre el sostenimiento de las instituciones públicas de salud.
En el contexto actual, donde la salud pública enfrenta desafíos profundos y multifacéticos, es crucial reflexionar sobre las decisiones que afectan a las instituciones que ya están funcionando y brindando servicios esenciales a la población. Desde Surcos Asociación Civil, creemos firmemente que no todas las instituciones deben ser evaluadas bajo los mismos parámetros, especialmente cuando se trata de la salud, un bien que no puede ni debe ser visto como objeto de compra y venta.
La salud pública no es una mercancía, y las instituciones que sostienen la vida y el bienestar de las personas deben ser protegidas y fortalecidas, no desmanteladas ni debilitadas en nombre de la eficiencia económica. Claro está que todas las instituciones deben ser eficientes y eficaces, pero la vida humana no puede estar subordinada a los intereses financieros.
Los gobiernos tienen la misión de garantizar la supervivencia y la calidad de vida de su población, no solo el equilibrio de sus cuentas bancarias. No se trata de sacrificar la vida en pos de números favorables, sino de asegurarse de que las políticas públicas estén orientadas a mejorar las condiciones de vida.
El valor de las instituciones de salud no reside únicamente en las estadísticas de atención o resultados económicos; su importancia radica en su capacidad de ofrecer respuestas integrales, equitativas y basadas en las necesidades específicas de su población a cargo. De esta manera, además de garantizar salud, se constituyen como espacios donde se construye ciudadanía, se fortalecen los vínculos solidarios y se promueve la equidad. Y de esta manera, en ellas se resguardan algunos de los pilares fundamentales de cualquier sociedad justa y solidaria.
Las decisiones que afectan a la salud pública deben ser tomadas con una visión de largo plazo. Sabemos que las crisis económicas imponen restricciones, pero cerrar, debilitar o desfinanciar instituciones que ya han demostrado su capacidad para aportar soluciones concretas es un grave error que afecta no solo a los pacientes actuales, sino a las generaciones futuras, que verán mermadas sus oportunidades de acceder a una vida plena.
Desde Surcos, apostamos a la construcción de espacios de reflexión y diálogo que promuevan políticas públicas basadas en la evidencia científica y el conocimiento acumulado.
La equidad no significa quitar lo que ya existe para que nadie tenga nada; significa distribuir los recursos de manera que todas las personas, independientemente de su lugar de residencia o condición socioeconómica, puedan acceder a la salud.
En este contexto, es fundamental que quienes están a cargo de la rectoría nacional comprendan que la gobernanza no se ejerce simplemente dictando normas que, de hecho, gracias al Internet ya son accesibles a todos. La gobernanza implica articular acciones con las diferentes jurisdicciones, promoviendo una conducción efectiva que asegure respuestas equitativas en todo el territorio.
Desde Surcos Asociación Civil, invitamos a toda la comunidad científica, a los profesionales de la salud y a las organizaciones de la sociedad civil a continuar debatiendo y aportando ideas para el fortalecimiento de la salud pública.
(*) Médica, especialista en ginecología, Máster en Epidemiología, Gestión y Políticas de Salud, Doctora en Ciencia Política. Miembro de la Red Internacional Ashoka.
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