lunes 02 de diciembre de 2024 - Edición Nº2189

INVESTIGACIÓN + TRATAMIENTO | 6 nov 2024

Galectina-1: un posible blanco para tratar el cáncer de sangre

Un estudio liderado por el investigador del CONICET Gabriel Rabinovich y científicos de la Universidad de Oxford demostró que un anticuerpo anti-Gal-1 puede detener el avance de la mielofibrosis, un cáncer de sangre, y mejorar la producción de células sanguíneas.


Gabriel Rabinovich, investigador del CONICET, junto con científicos de la Universidad de Oxford, identificaron que la proteína Galectina-1 (Gal-1) juega un papel crucial en el desarrollo de la mielofibrosis, un cáncer que afecta la médula ósea. "Esto no solo demuestra que Gal-1 es un posible blanco terapéutico para el tratamiento de la mielofibrosis, sino que también agrega propiedades antifibróticas a nuestro anticuerpo monoclonal", explicó Rabinovich.

El equipo de Rabinovich desarrolló un anticuerpo que, al bloquear la acción de Gal-1, frena el avance de esta enfermedad en modelos de laboratorio. La mielofibrosis provoca que la médula ósea se llene de fibras, afectando la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Este anticuerpo logra revertir la fibrosis, permitiendo que la médula ósea vuelva a producir estas células sanguíneas en niveles normales.

"El anticuerpo también restaura el tamaño del bazo", agregó el científico, refiriéndose a otro efecto importante de la terapia. En la mielofibrosis, el bazo se agranda debido a que asume parte de la producción de células sanguíneas, proceso conocido como hematopoyesis extramedular.

El equipo comparó su tratamiento con uno estándar para la mielofibrosis, basado en inhibidores de la proteína Jak2, y observaron resultados prometedores. "Pensamos que nuestro anticuerpo podría eventualmente combinarse con los inhibidores actuales o usarse en pacientes que se hacen resistentes a ellos", comentó Rabinovich.

Adam Mead y Bethan Psaila, científicos de Oxford y co-líderes del estudio, destacaron la importancia de la colaboración internacional. Mead afirmó: "Este estudio demuestra cómo la genómica avanzada puede descubrir blancos terapéuticos que mejoren el tratamiento del cáncer de sangre". Psaila añadió que el apoyo de los pacientes y la colaboración académica fueron esenciales para completar el trabajo.

Para Rabinovich, esta colaboración con expertos en mielofibrosis es una muestra del potencial de la ciencia argentina: "Es un orgullo y una emoción muy grande ver cómo las herramientas que desarrollamos aquí han sido validadas por referentes mundiales", sintetizó.

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