El 3 de diciembre fue elegido como el Día Nacional del Médico en honor al nacimiento del Dr. Carlos Finlay, quien realizó importantes contribuciones a la medicina y la epidemiología. Esta fecha no sólo nos recuerda la historia y la evolución de la medicina sino que también nos brinda la oportunidad de reconocer el sacrificio, la dedicación y la vocación de quienes nos cuidan.

Los médicos desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas, ya que son los guardianes de nuestra salud física y emocional. Su labor va más allá de diagnosticar enfermedades y recetar tratamientos, también son confidentes, consejeros y, en muchos casos, verdaderos ángeles de la guarda que acompañan a sus pacientes en los momentos más difíciles.

Es fundamental recordar que, al igual que todos nosotros, los médicos también necesitan cuidado y apoyo. Ser médico muchas veces implica hacer sacrificios personales, largas horas de trabajo y situaciones emocionalmente desafiantes. Es imprescindible que como sociedad reconozcamos su esfuerzo y valor, y que les brindemos el apoyo y la comprensión que merecen.

Además, es vital fomentar e inspirar a las nuevas generaciones a interesarse por la medicina como una profesión de servicio y compromiso. Necesitamos alentar a nuestros jóvenes a seguir esta vocación noble y altruista, a cultivar la empatía y la pasión por ayudar a los demás, a convertirse en los futuros médicos que cuidarán el camino hacia un sistema de salud más justo, humano y equitativo.

En este Día Nacional del Médico brindemos un sincero aplauso a estos héroes que día a día marcan la diferencia en la vida de tantas personas. Que su labor sea valorada, su dedicación sea recompensada y su compromiso sea celebrado.

(*) Directora médica de vittal