sábado 25 de enero de 2025 - Edición Nº2243

PREVENCIÓN & PROMOCIÓN | 27 dic 2024

Síndrome urémico hemolítico: una amenaza silenciosa para las infancias

Argentina lidera a nivel mundial en casos de síndrome urémico hemolítico (SUH) en menores de 5 años, una enfermedad grave que afecta los riñones y otros órganos vitales. Con entre 300 y 400 casos anuales, las autoridades destacan la importancia de la prevención mediante hábitos de higiene y manipulación segura de alimentos para proteger la salud infantil.


El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que afecta principalmente a niños y niñas, pudiendo ocasionar complicaciones severas en órganos vitales como los riñones, el cerebro y el corazón.

Este trastorno, causado por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga, se transmite a través de alimentos o líquidos contaminados —como carne, frutas, verduras, lácteos o agua—, o por contacto directo con materia fecal de animales o personas infectadas.

Impacto del SUH en Argentina

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina presenta la mayor incidencia mundial de SUH en menores de 5 años, con entre 300 y 400 casos anuales. Este escenario convierte a la enfermedad en endémica dentro del país.
Más de la mitad de los niños afectados enfrentan complicaciones que pueden requerir tratamientos prolongados, como diálisis, debido al daño renal severo. El SUH es la principal causa de insuficiencia renal aguda en pediatría y responsable del 20% de los trasplantes renales en niños y adolescentes en Argentina.

La letalidad también es preocupante: aproximadamente el 3% de los casos termina en fallecimientos, mientras que muchos niños sobreviven con secuelas de por vida, como daño renal crónico o lesiones neurológicas.

Señales de alerta

El SUH puede comenzar con síntomas como diarrea, que puede o no incluir sangre, acompañada de dolor abdominal intenso, palidez y disminución de la cantidad de orina. Ante estas manifestaciones, los especialistas recomiendan buscar atención médica inmediata, ya que una intervención temprana puede marcar la diferencia en la evolución del paciente.

La prevención, herramienta clave

Adoptar hábitos de higiene adecuados y buenas prácticas en la manipulación de alimentos son fundamentales para prevenir esta enfermedad. Estas son algunas medidas esenciales:

  • Higiene personal: Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de ir al baño, cambiar pañales, regresar de la calle o manipular alimentos, especialmente los crudos.
  • Cocción adecuada: Cocinar completamente la carne, especialmente la carne picada, y evitar su consumo en niños menores de 5 años.
  • Uso de agua segura: Beber agua potable y lavar frutas y verduras con ella. Si no está disponible, hervir el agua o agregarle 4 gotas de lavandina por litro y esperar 30 minutos antes de consumirla.
  • Evitar la contaminación cruzada: Mantener separada la carne cruda de otros alimentos y utilizar utensilios y superficies distintas para su manipulación.
  • Lácteos seguros: Consumir solo productos pasteurizados.
  • Evitar riesgos ambientales: No bañarse en aguas contaminadas.

La alta incidencia de SUH en Argentina obliga a reflexionar sobre la importancia de la prevención y el tratamiento temprano. Garantizar prácticas seguras en la alimentación y la higiene es clave para proteger a las generaciones más jóvenes y reducir el impacto de esta enfermedad silenciosa pero devastadora.

Fuente: www.hablemosdesuh.com/

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