

El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que afecta principalmente a niños y niñas, pudiendo ocasionar complicaciones severas en órganos vitales como los riñones, el cerebro y el corazón.
Este trastorno, causado por la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga, se transmite a través de alimentos o líquidos contaminados —como carne, frutas, verduras, lácteos o agua—, o por contacto directo con materia fecal de animales o personas infectadas.
Impacto del SUH en Argentina
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina presenta la mayor incidencia mundial de SUH en menores de 5 años, con entre 300 y 400 casos anuales. Este escenario convierte a la enfermedad en endémica dentro del país.
Más de la mitad de los niños afectados enfrentan complicaciones que pueden requerir tratamientos prolongados, como diálisis, debido al daño renal severo. El SUH es la principal causa de insuficiencia renal aguda en pediatría y responsable del 20% de los trasplantes renales en niños y adolescentes en Argentina.
La letalidad también es preocupante: aproximadamente el 3% de los casos termina en fallecimientos, mientras que muchos niños sobreviven con secuelas de por vida, como daño renal crónico o lesiones neurológicas.
Señales de alerta
El SUH puede comenzar con síntomas como diarrea, que puede o no incluir sangre, acompañada de dolor abdominal intenso, palidez y disminución de la cantidad de orina. Ante estas manifestaciones, los especialistas recomiendan buscar atención médica inmediata, ya que una intervención temprana puede marcar la diferencia en la evolución del paciente.
La prevención, herramienta clave
Adoptar hábitos de higiene adecuados y buenas prácticas en la manipulación de alimentos son fundamentales para prevenir esta enfermedad. Estas son algunas medidas esenciales:
La alta incidencia de SUH en Argentina obliga a reflexionar sobre la importancia de la prevención y el tratamiento temprano. Garantizar prácticas seguras en la alimentación y la higiene es clave para proteger a las generaciones más jóvenes y reducir el impacto de esta enfermedad silenciosa pero devastadora.
Fuente: www.hablemosdesuh.com/