

Las patentes farmacéuticas brindan exclusividad a las compañías para comercializar un medicamento durante un tiempo limitado. Al expirar, se permite la entrada de versiones genéricas, reduciendo costos para los pacientes, pero también afectando las ganancias de los laboratorios originales. La industria enfrenta un "precipicio de patentes", con la pérdida de protección de fármacos clave que podría alterar la competencia y el desarrollo de nuevos tratamientos. Empresas líderes como Roche, Lilly y Novo Nordisk enfrentan un escenario desafiante, donde la expansión de los genéricos podría transformar el mercado.
En 2024, Stelara (Johnson & Johnson) dejó de tener exclusividad y en 2025 le seguirá Eylea (Regeneron). En los próximos años, otros medicamentos como Trulicity (Eli Lilly) en 2027 y Keytruda (MSD) junto con Wegovy/Ozempic (Novo Nordisk) en 2031 también perderán su patente, lo que permitirá la entrada de versiones genéricas más accesibles.
Tratamientos para la obesidad y patentes
El informe destaca el crecimiento de tratamientos inicialmente diseñados para la diabetes tipo 2, pero ahora populares en el tratamiento de la obesidad. Se espera que Ozempic (Novo Nordisk) y Mounjaro (Lilly) sean los medicamentos más vendidos en 2025, con ingresos combinados cercanos a los 70.000 millones de euros. Sin embargo, las empresas enfrentan el reto de mantener la producción al ritmo de la demanda y anticiparse a la evolución del mercado.
El mercado de la obesidad está en pleno crecimiento, con una tasa compuesta anual del 19,2% entre 2023 y 2029 es por eso que la incertidumbre en la oferta y la acelerada evolución del sector obligan a las compañías a modificar sus estrategias para responder a los cambios de los escenarios.
Según el informe "The Global Use of Medicines 2022" de IQVIA, la pérdida de patentes impactará en más de 33.000 millones de euros en los cinco principales mercados europeos en los próximos cinco años. La industria se encuentra en un momento crucial, donde la innovación y el desarrollo de nuevos fármacos serán esenciales para mantener la competitividad.
En este panorama, las grandes farmacéuticas deben encontrar estrategias para sortear la llegada de los genéricos y seguir apostando por la investigación. La adaptación será clave para mantenerse en un mercado en constante transformación.