

Un reciente informe revela que más de 138.000 argentinos padecen miocardiopatías, un grupo de enfermedades cardiovasculares poco conocidas que pueden afectar gravemente la calidad de vida y aumentar el riesgo de muerte súbita, especialmente en menores de 35 años. El documento, titulado "Las Miocardiopatías Importan", fue presentado por un grupo de expertos cardiólogos y asociaciones médicas, con el apoyo de Bristol Myers Squibb (BMS), y pone en evidencia los principales desafíos en el diagnóstico y tratamiento de estas patologías en Argentina.
El trabajo destaca que uno de los problemas más críticos es el diagnóstico tardío, lo que favorece la aparición de complicaciones graves. Además, se identifican otras barreras, como la falta de coordinación entre profesionales de la salud, la inadecuada derivación a especialistas, y la desigual distribución de servicios de cardiología y cirugía cardiovascular. Asimismo, se subraya la escasa implementación del cribado familiar, una estrategia fundamental debido al carácter hereditario de estas enfermedades.
Entre las principales acciones propuestas en el informe para mejorar el abordaje de las miocardiopatías, se incluyen la creación de Unidades de Miocardiopatías para una atención más estructurada y multidisciplinaria, el fomento de asociaciones de pacientes, y la divulgación de conocimiento sobre estas enfermedades entre médicos y la población general. Además, se propone la implementación de un registro nacional de miocardiopatías con el fin de mejorar el seguimiento y tratamiento de los pacientes.
Las miocardiopatías pueden presentarse en distintos subtipos, como la miocardiopatía hipertrófica, la dilatada, la no dilatada del ventrículo izquierdo, la arritmogénica del ventrículo derecho y la restrictiva. Cada una de ellas tiene características específicas y requiere un enfoque particular para su diagnóstico y tratamiento. Además de los síntomas físicos, estas enfermedades también pueden generar ansiedad y depresión en los pacientes, debido al temor a la muerte súbita y la posibilidad de transmitir la afección a sus descendientes.
El informe resalta la necesidad de impulsar la investigación para mejorar los tratamientos y empoderar a los pacientes en la toma de decisiones sobre su salud. En este sentido, los especialistas llaman a la acción a las autoridades sanitarias y a la comunidad médica para garantizar un acceso equitativo a diagnósticos y tratamientos, fortaleciendo la red de atención y mejorando la calidad de vida de los afectados por estas enfermedades.