sábado 19 de abril de 2025 - Edición Nº2327

INVESTIGACIÓN + TRATAMIENTO | 15 abr 2025

Levaduras de bebidas fermentadas, posible barrera natural contra la Salmonella

Un estudio reciente encabezado por científicas del CONICET, en colaboración con la Universidad Nacional de San Juan, reveló que ciertas levaduras presentes en bebidas como el kéfir y el vino, podrían desempeñar un rol clave en la prevención de infecciones intestinales causadas por Salmonella enteritidis.


Históricamente dominado por bacterias, el campo de los probióticos comienza a mirar con mayor atención a otro tipo de organismos beneficiosos: las levaduras. A pesar de ser menos estudiadas, estas muestran un potencial prometedor para el desarrollo de alternativas naturales frente a infecciones gastrointestinales y la creciente resistencia a los antibióticos.

Las investigadoras trabajaron con seis cepas de levaduras aisladas de ambientes asociados a la producción de vino y de kéfir, una bebida fermentada rica en microorganismos vivos. Todas las cepas demostraron capacidad probiótica y efectos beneficiosos en el intestino al ser enfrentadas con la bacteria Salmonella enteritidis, un patógeno responsable de gastroenteritis severas, generalmente transmitido por carne, huevos contaminados o el contacto con animales de corral.

«Nuestro grupo se dedica a caracterizar microorganismos de bebidas fermentadas. Analizamos sus propiedades tecnológicas y probióticas para entender cómo pueden ser útiles en la industria alimentaria y la salud humana», explicó Graciela Garrote, investigadora del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP).

Según detallan María Dolores Pendón y Agustina Bengoa, también investigadoras del CONICET en el CIDCA y coautoras del trabajo, las levaduras estudiadas son capaces de sobrevivir a las condiciones adversas del sistema digestivo y llegar vivas al intestino. Una vez allí, se adhieren al epitelio intestinal y desarrollan distintos mecanismos de defensa frente a la infección por Salmonella.

Las pruebas in vitro revelaron que las cepas actúan en diferentes etapas de la infección: evitan la adhesión inicial de la bacteria, reducen su capacidad de invasión en células intestinales e incluso modulan la respuesta inflamatoria del organismo. «Todas mostraron efectos protectores. Algunas actuaron con mayor eficacia que otras, pero en conjunto, el panorama es muy alentador. Es probable que combinadas entre sí o con bacterias beneficiosas generen un efecto sinérgico aún más potente», subrayaron las científicas.

El estudio pone de relieve no solo el valor preventivo de estas levaduras, sino también sus ventajas desde el punto de vista tecnológico. Son fáciles de cultivar, económicas, y más resistentes a las variaciones de temperatura que otros microorganismos utilizados comúnmente en probióticos.

Además, el eventual uso de levaduras benéficas como suplemento dietario podría contribuir a reducir el consumo indiscriminado de antibióticos, uno de los principales factores que alimentan la resistencia antimicrobiana a nivel global.

Este trabajo, desarrollado junto al Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de San Juan, representa un primer paso hacia futuras investigaciones más profundas. Los resultados, si bien preliminares, abren la puerta a nuevas estrategias para reforzar el sistema inmunológico desde la alimentación.

 

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