

Hasta el año 2022, el Día Mundial contra la Meningitis se conmemoró cada 24 de abril, desde entonces la fecha oficial pasó al 5 de octubre, impulsada por la Confederación de Organizaciones de Meningitis (CoMO) para alinear esfuerzos con la OMS. De todos modos, siempre es un buen momento para volver a poner el tema sobre la mesa y concientizar sobre la importancia de su prevención.
La Dra. Silvina Ívalo, infectóloga de DIM Centros de Salud, enfatiza la importancia de la vacunación, la detección temprana y la prevención. Y explica: “Se denomina meningitis a la inflamación de las membranas (meninges) que cubren y protegen al cerebro y a la médula espinal. Una infección viral o bacteriana del líquido que cubre y circula por estas membranas ocasiona esta hinchazón. Sin embargo, otros factores también pueden causar inflamación de las meninges como traumatismos, cáncer, ciertas drogas o medicamentos u otro tipo de infecciones (parásitos, amebas, hongos)”.
Ivalo indica que los síntomas pueden ser similares a los de la gripe (influenza) y manifestarse durante varias horas o días, entre ellos se encuentran: fiebre alta y repentina, rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso que es diferente del usual, dolor de cabeza con náuseas o vómitos, confusión o dificultad para concentrarse, convulsiones, somnolencia o dificultad para caminar, sensibilidad a la luz (fotofobia), falta de apetito o sed, erupción cutánea (meningitis meningocócica).
Grupos de riesgo y formas de contagio
Las personas más susceptibles a adquirir meningitis bacterianas son los niños pequeños (especialmente los menores de 1 año), aquellas personas que vivan en comunidades cerradas, personas con condiciones médicas que debiliten su sistema inmunológico (ausencia del bazo, VIH, otras), personal de laboratorio que manipule material con estos patógenos y viajeros a ciertos lugares de mayor riesgo (cinturón del África o peregrinaje a la Meca).
En cuanto a las formas de contagio, muchos tipos diferentes de bacterias o virus, incluida la varicela, pueden causar meningitis. La viral es el tipo más común y generalmente se resuelve por sí sola. “La mayoría de los casos se producen por contacto estrecho con personas infectadas. En el caso de las meningitis virales, por contacto con una persona enferma. Las producidas por bacterias, también -en la mayoría de los casos- se transmiten de persona a persona y en algunos puede desarrollarse a través de alimentos. Hay personas que pueden portar estas bacterias en su organismo, sin enfermar y ser ´portadores sanos´. La mayoría de estos ´portadores´ no se enferman, pero podrán diseminar la infección”, señala la Dra. Ivalo.
El tratamiento de la meningitis bacteriana es con antibióticos. “La clave es la consulta precoz. El concepto principal es que las meningitis graves (bacterianas y también virales) se previenen con vacunas”, advierte.
Prevención y vacunación
Vacunas: Las vacunas del sarampión, las paperas, la varicela y la gripe protegen contra la enfermedad, porque estos virus pueden producir meningitis.
→ Meningococo: para el serotipo B y para los serotipos ACYW .
→ Neumococo: antineumocócica 13 valente conjugada y 23 valente polisacárida .
→ Haemophilus influenzae serotipo b.
→ Micobacterium tuberculosis: para prevenir esta meningitis está la vacunación con BCG para todos los recién nacidos.
Medidas de prevención adicionales
→ Lavado frecuente de manos.
→ Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
→ Desinfectar superficies de uso común.
→ No asistir al trabajo o a la escuela si se presentan síntomas.
Hoja de Ruta 2030: un compromiso global
En 2020, la OMS y la Confederación de Organizaciones de Meningitis (CoMO) lanzaron la Hoja de Ruta Mundial para derrotar la meningitis para 2030. Los objetivos incluyen eliminar las epidemias de meningitis bacteriana, reducir las muertes en un 70% y disminuir a la mitad el número de casos. Se estima que esta estrategia podría salvar más de 200.000 vidas al año y reducir significativamente la discapacidad causada por la enfermedad.