domingo 18 de mayo de 2025 - Edición Nº2356

SALUD PÚBLICA | 19 may 2025

Vacunación adulta: qué dicen los datos y qué hacer desde el sistema de salud

Las coberturas vacunales en adultos siguen siendo bajas, a pesar de la disponibilidad de vacunas seguras y efectivas. Un artículo reciente publicado en la revista Medicina (Buenos Aires) analiza las causas de esta brecha y propone estrategias concretas para mejorar la adherencia. El rol de los equipos de salud, la comunicación con pacientes y las políticas públicas.


A pesar del reconocimiento generalizado sobre los beneficios de la vacunación, la cobertura en adultos permanece muy por debajo de los niveles óptimos. En Argentina, la cobertura con vacuna antigripal en mayores de 65 años alcanzó apenas el 51% en 2022, según datos oficiales citados en el trabajo. Para la vacuna antineumocócica, el panorama es aún más crítico: solo el 33% de los adultos mayores reportó haberla recibido alguna vez.

 

Estas cifras se dan en un contexto donde los adultos, especialmente aquellos con comorbilidades o inmunocomprometidos, son los más expuestos a complicaciones graves por enfermedades prevenibles. “La vacunación en adultos tiene un impacto directo en la reducción de la morbilidad, la mortalidad y los costos asociados a internaciones”, destacan los autores.

El artículo enumera diversas barreras estructurales y subjetivas que explican esta baja adherencia. Entre las más relevantes:

  • Falta de percepción de riesgo entre los propios adultos.
  • Ausencia de una recomendación activa por parte del personal de salud.
  • Escasa disponibilidad de registros vacunales integrados.
  • Circulación de información errónea sobre los efectos adversos.

Uno de los hallazgos más contundentes es que la recomendación del profesional de la salud es el factor individual más influyente en la decisión de vacunarse. En efecto, estudios citados indican que el 75% de los adultos que reciben una recomendación explícita del médico terminan aceptando la vacuna, mientras que ese número cae drásticamente en ausencia de consejo profesional.

Recomendaciones prácticas 

Frente a esta situación, el equipo propone un conjunto de acciones posibles tanto a nivel institucional como en la consulta cotidiana:

  • Incorporar recordatorios sistematizados en historias clínicas electrónicas.
  • Realizar intervenciones breves de educación en sala de espera.
  • Ofrecer la vacunación en el mismo momento de la consulta, evitando derivaciones innecesarias.
  • Promover campañas focalizadas en grupos de riesgo, con lenguaje claro y adaptado culturalmente.

También se destaca la necesidad de formar a los profesionales como comunicadores: “No alcanza con tener la información científica; hay que saber transmitirla de manera empática y clara, especialmente frente al crecimiento de discursos antivacunas”, advierte el artículo.

Una responsabilidad compartida

El llamado a mejorar las tasas de vacunación adulta no es solo una preocupación individual o profesional: es una prioridad de salud pública. Las estrategias planteadas apuntan a reconstruir la confianza, mejorar el acceso y actualizar los marcos institucionales.

Como concluyen los autores, “promover la vacunación en adultos es una tarea posible, basada en evidencia, y absolutamente necesaria para evitar enfermedades prevenibles y reducir las inequidades en el sistema de salud”.

 

Fuente: Nachón MN, Mirofsky M, Durán MV, et al. Vacunación en adultos: estrategias prácticas para promover la adherencia. Medicina (Buenos Aires) 2025; 85:388-403. Disponible en: https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol85-25/n2/388.pdf

 

 

 

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