El Médico de Familia es el primer contacto con el sistema de salud y desempeña un rol insustituible en la promoción de una atención integral y personalizada. Su trabajo va más allá de tratar enfermedades: diagnostican y manejan condiciones comunes, controlan enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, y realizan acciones preventivas como vacunaciones y chequeos periódicos. Además, cuando es necesario, derivan a especialistas, asegurando una atención coordinada y efectiva.

Uno de los mayores beneficios de contar con un Médico de Familia es la atención personalizada. Ellos nos conocen en profundidad, siguiendo nuestro historial y entendiendo nuestro contexto familiar y social. Esto permite una atención más humana, cercana y efectiva. También, su accesibilidad facilita resolver la mayoría de los problemas de salud sin necesidad de acudir a múltiples especialistas, optimizando recursos y tiempo.

¿Por qué son indispensables? Porque atienden aproximadamente el 80% de los problemas de salud sin necesidad de derivación, detectando riesgos a tiempo y promoviendo la prevención. La atención integral que brindan cuida nuestra salud física y también nuestro bienestar emocional. Además, establecen un vínculo humano que genera confianza y empatía, elementos esenciales en cualquier proceso de recuperación y cuidado.

La Medicina de Familia es clave para sistemas sanitarios eficientes y cálidos. En muchos países, su trabajo continuo ha demostrado reducir hospitalizaciones y mejorar la calidad de vida de las personas. En nuestra institución, estamos comprometidos en fortalecer este rol porque creemos que la salud no solo se trata de tratar enfermedades, sino de acompañar a las personas en su camino hacia el bienestar.

Es importante agradecer a todos los médicos de familia que trabajan con vocación, paciencia y calidez humana. Su labor salva vidas y construye comunidades más saludables. En ellos encontramos un verdadero aliado para toda la vida.

* Directora médica de vittal