Cada año, a unos 11.000 hombres en Argentina se les diagnostica cáncer de próstata, el tumor más frecuente en la población masculina. A pesar de ser una enfermedad potencialmente curable si se detecta a tiempo, sigue siendo la tercera causa de muerte por cáncer entre los varones, después del de pulmón y el colorrectal. El problema no es solo médico: los obstáculos culturales, los prejuicios y el silencio juegan un rol decisivo en la demora de los diagnósticos.

"La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata" -explica el Dr. Miguel Massa, urólogo de la Clínica Bazterrica-. Por eso, las sociedades científicas recomiendan controles anuales a partir de los 50 años, o desde los 40 si hay antecedentes familiares, que incluyen un examen digitorectal y un análisis de sangre de PSA (antígeno prostático específico).

Más allá de la técnica médica, Massa pone el foco en una barrera menos visible pero igual de determinante: el tabú.

"La salud masculina ha estado históricamente rodeada de mitos que dificultan la consulta. Esto genera que muchas enfermedades se detecten tarde, cuando ya son más difíciles de tratar. Es importante empezar a desmitificar estas ideas y fomentar una cultura de cuidado preventivo".

Según la Organización Mundial de la Salud, los hombres tienen mayores probabilidades de morir antes de los 70 años que las mujeres, en gran medida por enfermedades prevenibles como el cáncer de próstata. En este contexto, adoptar hábitos saludables y realizar controles médicos regulares puede marcar la diferencia entre una enfermedad a tiempo y una tragedia evitable.

Romper con la idea de que cuidarse es signo de debilidad es otro paso necesario.

"Es necesario cambiar la percepción sobre lo que significa ser hombre. Cuidar la salud no solo es un acto de responsabilidad personal, sino también una forma de proteger a quienes nos rodean. La prevención no tiene nada que ver con debilidad; al contrario, demuestra fortaleza y compromiso", sostiene Massa.

Una cultura del cuidado

Construir una relación de confianza con el sistema de salud es clave para que los varones no esperen a tener síntomas para acudir al médico.

"Todos debemos sentirnos cómodos consultando a un profesional, no solo cuando hay un problema evidente, sino también para prevenir. La confianza en el médico es el primer paso hacia una vida más saludable", remarca el especialista.

En el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata es una oportunidad para cambiar la mirada sobre la salud masculina, derribar prejuicios, priorizar la prevención y garantizar el acceso a un tratamiento personalizado y multidisciplinario.