viernes 04 de julio de 2025 - Edición Nº2403

SALUD PÚBLICA | 3 jul 2025

Desmantelado pero vigente: el legado del Plan ENIA en riesgo

Entre 2017 y 2023, el Plan ENIA logró reducir a la mitad los embarazos en adolescentes y garantizar el acceso a derechos sexuales y reproductivos en miles de jóvenes. Aunque fue desactivado, su impacto sigue presente y vuelve al debate legislativo como una política clave para la equidad y la salud integral de las adolescencias.


Mientras en el Congreso de la Nación avanza el debate por un proyecto de ley para reactivar la política de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia, el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) presentó la publicación Plan ENIA 2017–2023. Oportunidades de vida para adolescentes en la Argentina. Se trata de una sistematización de una política pública que, aunque fue desmantelada, dejó una huella tangible en el bienestar y las oportunidades de miles de adolescentes en el país.

Implementado en 36 departamentos de 12 provincias priorizadas, el Plan ENIA logró una reducción del 50% en la tasa específica de fecundidad adolescente entre 2018 y 2023. En números concretos, se evitaron aproximadamente 94.000 embarazos no intencionales, se achicó la brecha entre provincias y se garantizó el acceso a derechos que durante mucho tiempo estuvieron postergados para las adolescencias.

“Desde el Plan ENIA logramos lo que muchas veces parece imposible: articular sectores y niveles de gobierno en una estrategia concreta, con resultados medibles, que transformó la vida de muchas adolescentes”, señaló Silvina Ramos, coordinadora técnica del Plan entre 2017 y 2019 e investigadora del CEDES. Y agregó: “Lamentamos el desmantelamiento del Plan porque con ello la población adolescente pierde oportunidades y el país se perjudica”.

Enfoque integral

El Plan ENIA fue una experiencia inédita por su carácter intersectorial e interjurisdiccional: articuló servicios de salud, educación y protección social con intervenciones basadas en evidencia. Su diseño incluyó asesorías en salud integral en escuelas y centros comunitarios, educación sexual con acompañamiento institucional, acceso gratuito a anticonceptivos de larga duración y dispositivos específicos para detectar y abordar el abuso sexual y los embarazos forzados.

Durante su implementación, se brindaron más de 260.000 asesorías y cerca de 250.000 adolescentes accedieron a métodos anticonceptivos. Además, se formaron más de 20.000 docentes y 23.000 profesionales de salud. Según estimaciones de UNFPA LACRO, por cada dólar invertido en el Plan, se generaron 4,3 dólares de retorno social.

“El ENIA no sólo redujo la tasa de fecundidad en la adolescencia sino que también achicó desigualdades entre provincias”, explicó Valeria Isla, ex directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva y coordinadora general del Plan entre 2019 y 2023. “El embarazo en esa etapa de la vida se asocia con mayores riesgos de salud y limita las oportunidades educativas y laborales, reproduciendo el ciclo de pobreza”.

 

Equipos y comunidad

Uno de los aspectos más destacados fue el compromiso sostenido de los equipos territoriales. Profesionales de salud, educación, niñez y programas sociales trabajaron en conjunto, construyendo una comunidad de prácticas centrada en resultados, planificación y calidad.

“El corazón del Plan fueron sus equipos. Esta publicación también es un reconocimiento a quienes hicieron posible que miles de adolescentes accedieran a derechos antes vulnerados”, subrayó Natalia Gualdoni, integrante de la coordinación técnica del Plan ENIA 2017–2019.

El trabajo -elaborado por Silvina Ramos, Federico Tobar, Valeria Isla, Natalia Gualdoni y Tamar Finzi Warszawski- cuenta con el apoyo de UNFPA Argentina y UNFPA LACRO, y constituye una herramienta clave para recuperar la experiencia y replicarla tanto a nivel nacional como en otros países de la región.

“La publicación permite dimensionar el impacto real que tuvo el Plan ENIA, y aporta evidencia técnica clave para recuperar esta experiencia a futuro y ofrecer lecciones a otros países de la región”, afirmó Federico Tobar, economista de la salud y asesor internacional de UNFPA.

El Plan ENIA demostró que una política pública diseñada con enfoque de derechos, perspectiva de género y equidad territorial puede producir transformaciones profundas. Hoy, frente a su discontinuidad, múltiples sectores reclaman su reactivación.

“Frente al retroceso en las políticas de género, salud sexual y reproductiva, y violencia contra las mujeres, esta sistematización de la experiencia del Plan ENIA es también una invitación para recuperar el camino recorrido y los logros alcanzados, y garantizar que ninguna adolescencia quede atrás”, concluyó Tamar Finzi Warszawski.

 

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