

La inteligencia artificial (IA) y la salud digital están transformando la auditoría médica en Argentina y el mundo. Este fue el eje de la exposición de David Aruachán durante el XIII Congreso de SADAM, que se llevó a cabo bajo el lema “Inteligencia Artificial y Salud Digital: Transformando el Sistema de Salud”.
Aruachán partió de una situación común: un auditor médico desbordado por la cantidad de historias clínicas a revisar, lo que históricamente obligaba a analizar solo un porcentaje mínimo de casos. La IA, afirmó, cambia radicalmente ese escenario al permitir evaluar la totalidad de la información disponible en tiempo real.
«La IA no reemplaza el criterio médico, sino que lo potencia, actuando como un asistente que proporciona contexto y alerta sobre posibles problemas», señaló el especialista.
De la auditoría manual al análisis predictivo
La presentación trazó una línea de tiempo sobre la evolución de la auditoría médica: desde los métodos manuales, pasando por el uso de software de apoyo, hasta la incorporación actual de algoritmos de IA con capacidad predictiva.
El cambio abre una serie de beneficios:
-Mayor eficiencia, al automatizar tareas repetitivas.
-Reducción de costos, tanto en tiempo como en recursos humanos.
-Incremento de la precisión en la detección de inconsistencias.
-Prevención de errores mediante alertas tempranas.
-Identificación de patrones y tendencias que podrían pasar inadvertidos al ojo humano.
«La IA es como un detector de metales que ayuda a encontrar problemas sin reemplazar el juicio humano», graficó Aruachán, ahondó en los desafíos éticos y prácticos y advirtió que la implementación de estas herramientas no está exenta de dificultades.
Entre los principales desafíos destacó evitar el sesgo algorítmico, que puede distorsionar los resultados; proteger la confidencialidad de los datos sensibles de los pacientes; capacitar al personal para trabajar con tecnologías digitales avanzadas y adaptar los algoritmos a la realidad local, en lugar de importar soluciones diseñadas para otros contextos.
«El juicio clínico y la interpretación deben seguir en manos de los médicos y auditores”, subrayó», y en referencia a las experiencias internacionales donde la IA ya se utiliza con resultados tangibles, destacó la reducción de inconsistencias, mejoras en la calidad de los procesos y un ahorro significativo de tiempo y recursos. «La transformación digital no es un escenario futuro, sino un cambio que ya está en marcha», apuntó.
Finalmente, propuso un checklist para la implementación de IA en auditoría médica, para que las instituciones evalúen su madurez digital y definan la viabilidad de incorporar estas herramientas, que incluye preguntas clave sobre validación del algoritmo en poblaciones similares, la tasa de falsos positivos y negativos, las garantías que existen sobre la protección y seguridad de datos y la confiabilidad del soporte técnico.
Con una transformación en curso, la auditoría médica se encuentra en plena transición hacia un modelo digital. La IA, lejos de desplazar a los profesionales, amplía sus capacidades, los libera de tareas repetitivas y los posiciona en un rol estratégico de interpretación, toma de decisiones y mejora continua de procesos.