jueves 16 de octubre de 2025 - Edición Nº2507

PREVENCIÓN & PROMOCIÓN | 16 oct 2025

125 días de espera para tratar el cáncer de mama en Argentina

11:00 |En el país, los tiempos entre la detección y el inicio del tratamiento superan en cuatro meses lo recomendado por organismos internacionales. La demora se explica por barreras en el acceso al diagnóstico, la fragmentación del sistema y la falta de equipamiento en varias provincias.


El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres en Argentina y, sin embargo, muchas de ellas siguen enfrentando una carrera de obstáculos antes de poder acceder siquiera al diagnóstico y al tratamiento. La medicina sabe hace años que detectarlo a tiempo puede salvar hasta el 90% de las vidas. Pero en la práctica las pacientes con cáncer de mama tardan, en promedio, 125 días desde la primera consulta hasta el inicio de la terapia.

Los datos surgen del estudio MAPEC (Mapeo de personas con cáncer), realizado por la Fundación Donde Quiero Estar en cuatro jurisdicciones del país. De las 153 personas relevadas, 61 tenían cáncer de mama. El informe revela que 1 de cada 2 mujeres tuvo problemas para conseguir un turno médico. Entre los motivos aparecen demoras en la obtención de turnos (55%), trabas burocráticas o de cobertura (10%), diagnósticos erróneos (10%) y hasta dificultades para trasladarse a un centro de salud (7%).

El acceso a la medicación tampoco es uniforme. El 49% obtuvo los fármacos a través del sistema público, el 29% por obras sociales o prepagas y el 22% combinó distintas vías, incluida la ayuda comunitaria o donaciones. Un 37% declaró haber tenido dificultades para acceder a los medicamentos, lo que evidencia que las barreras no distinguen entre estadios tempranos o avanzados de la enfermedad: el 54% de quienes estaban en etapas iniciales y el 44% de quienes tenían enfermedad metastásica reportaron trabas de acceso.

La inequidad sanitaria llega incluso antes del diagnóstico. El 51% de las encuestadas reportó obstáculos para acceder a estudios diagnósticos, principalmente por turnos postergados, distancia geográfica o problemas de cobertura. En este contexto, hablar de “prevención” como un acto individual resulta insuficiente si el sistema no garantiza condiciones mínimas para ejercerla.

Un cáncer prevenible

Históricamente se creyó que la genética era el principal determinante del cáncer de mama. Pero un informe de la Organización Panamericana de la Salud revela que solo entre el 5% y el 10% de los casos se explican por mutaciones hereditarias como BRCA1 o BRCA2. La mayoría podrían evitarse y así lo explica la ginecóloga Inés Díaz, del CMC de Santiago del Estero de Boreal Salud (MP 2195): «Existe el mito de que la enfermedad es inevitable cuando hay un antecedente familiar directo. Por el contrario, hasta el 50% de los casos podrían prevenirse si se modifican hábitos cotidianos relacionados con la salud, lo que coloca a la prevención en el centro de la lucha contra este tipo de cáncer.»

Entre los factores de riesgo modificables, la evidencia demuestra que:

-Mantener un peso saludable podría evitar hasta el 20% de los casos.

-Reducir el consumo nocivo de alcohol evitaría hasta el 14% de los diagnósticos.

-La actividad física regular disminuye el riesgo entre un 25% y un 40%.

Pero aun cuando se modifican hábitos y se realizan controles, la detección temprana sigue dependiendo de la accesibilidad al sistema. Desde Boreal Salud lo resumen claramente:

«La detección temprana no solo reduce la mortalidad, sino que también mejora la calidad de vida al permitir intervenciones menos invasivas y más efectivas. Pero requiere consultas médicas periódicas, autoexploración mamaria y mamografías realizadas en tiempo y forma, y eso no se logra sin un sistema de salud accesible.»

Una política pública necesaria

Frente a esta realidad, la Provincia de Buenos Aires anunció un cambio clave: a partir de ahora, en los hospitales y centros de salud bonaerenses, la primera mamografía se indicará a los 40 años, con una frecuencia bienal, hasta los 75, para personas sin antecedentes familiares. Hasta el momento, la recomendación nacional comenzaba recién a los 50.

La medida, impulsada por el Instituto Provincial del Cáncer (IPC), se acompaña con la compra de 22 nuevos mamógrafos, que se suman a los 165 ya disponibles en el sistema público provincial y municipal. También se planificó la entrega de insumos para diagnóstico y tratamiento destinados a personas con cobertura pública exclusiva.

Según Marina Pifano, directora del IPC, «la decisión de indicar la primera mamografía a partir de los 40 años busca aumentar las posibilidades de diagnosticar de manera equitativa, oportuna, tratar y curar.»

Datos del organismo indican que en la provincia se detectan cada año alrededor de 8.500 nuevos casos de cáncer de mama y se registran aproximadamente 2.300 muertes por esta causa. El cáncer de mama constituye, además, el principal motivo de tratamiento oncológico otorgado por el IPC en el sistema público.

El cambio en la edad de tamizaje se fundamenta en que el 35% de los casos en Argentina se diagnostica en etapas iniciales, mientras que el 25% aún se detecta en fases metastásicas. De acuerdo con cifras oficiales, la tasa de supervivencia es del 90% en detecciones tempranas y del 28% en estadíos avanzados.

 

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