lunes 17 de noviembre de 2025 - Edición Nº2539

PUNTO DE VISTA | 17 nov 2025

«Virus sincicial respiratorio y neumococo: una doble amenaza presente todo el año»

15:32 |La infectóloga Florencia Cahn advierte que la circulación del VSR y del neumococo no se limita al invierno y que su impacto en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas sigue subestimado. La baja vacunación y el aumento de hospitalizaciones obligan a reforzar la prevención durante todo el año.


Por más que las infecciones respiratorias estén culturalmente asociadas al invierno, el virus sincicial respiratorio (VSR) y el neumococo circulan todo el año y representan una amenaza creciente para la población adulta, en especial para mayores de 60 y personas con enfermedades crónicas. La advertencia pertenece a la infectóloga Dra. Florencia Cahn, miembro de la Comisión Directiva de SAVE y directora de Vacunas de Fundación Huésped, quien subraya que el problema suele estar invisibilizado porque se asocia casi exclusivamente a bebés y niños pequeños.

Enfermedades que se siguen subestimando

A pesar del impacto que tienen sobre el sistema respiratorio, el VSR y el neumococo siguen siendo dos de los patógenos más subestimados por la comunidad. Su circulación constante, la superposición de síntomas y la coexistencia de factores de riesgo hacen que la prevención sea un desafío para los sistemas de salud.

“Estamos acostumbrados a hablar de la incidencia de las enfermedades respiratorias en bebés y niños, pero aún cuesta mucho extrapolarlo a la realidad de los adultos, cuando vemos cada vez más datos que evidencian los desafíos presentes en las diferentes etapas de la vida”, advierte Cahn.

Los datos globales revelan que en 2021, más de 1,4 millones de adultos mayores de 50 años murieron por neumonía, una infección que en adultos está mayormente asociada a Streptococcus pneumoniae.

En paralelo, aunque el VSR es conocido por causar bronquiolitis en la infancia, hoy existe creciente evidencia de su impacto grave en adultos mayores de 60 años y en personas jóvenes con enfermedades crónicas, como asma, diabetes, cardiopatías o inmunosupresión. En estos grupos puede cursar desde cuadros leves de vías aéreas superiores hasta infecciones graves de vías aéreas inferiores, neumonía, insuficiencia respiratoria e incluso la muerte.

Un estudio en América Latina refuerza la dimensión del problema: entre el 40,9% y el 69,9% de los adultos con VSR y síntomas tipo influenza requirieron hospitalización, cifra que ascendió al 91,7% en quienes presentaron neumonía asociada al virus. Las tasas de internación en terapia intensiva, ventilación mecánica y mortalidad fueron comparables a las de influenza y COVID-19.

Mayor riesgo

La edad sigue siendo un factor clave. Los adultos de 65 años o más tienen diez veces más probabilidades de terminar hospitalizados por neumonía -incluida la neumonía neumocócica- que quienes tienen menos de 50 años.

Pero no es el único. Enfermedades como asma, EPOC, insuficiencia cardíaca, diabetes, patologías renales, hepáticas o neuromusculares, así como situaciones de inmunocompromiso, aumentan la probabilidad de complicaciones y hospitalizaciones.

Otros factores, como el tabaquismo, también favorecen la aparición de cuadros más graves.

“Las infecciones respiratorias no se toman vacaciones. Aunque su circulación aumenta en los meses más fríos, los virus y bacterias, como el VSR y el neumococo, circulan todo el año”, sostiene Cahn.

La estacionalidad varía según la región:

-Hemisferio norte: picos de VSR entre septiembre y enero.

-Hemisferio sur: mayor incidencia entre marzo y agosto.

-Zonas tropicales: aumento durante la temporada de lluvias, con circulación residual el resto del año.

“Por más que en nuestro país estemos en temporada baja de circulación, salir de viaje también nos expone”, remarca la especialista.

La vacunación como estrategia central

Tanto el VSR como la infección por neumococo son prevenibles mediante vacunación. En Argentina existen vacunas seguras y efectivas para reducir hospitalizaciones y cuadros graves en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

“Vacunarse siempre es una buena opción: para protegernos a nosotros mismos, para cuidar a quienes nos rodean y para anticiparnos ante una posible exposición, especialmente si tenemos previsto viajar”, explica Cahn.

Además de la inmunización, las recomendaciones siguen vigentes: lavado de manos, limpieza de superficies y evitar contacto con personas enfermas.

Un informe de la Office of Health Economics (OHE) encargado por la IFPMA demostró que la vacunación en adultos genera altos retornos para la inversión pública, reduce consultas e internaciones y produce beneficios socioeconómicos comparables a los de la inmunización infantil.

“Seguir hablando de inmunización y desmitificar conceptos erróneos sobre las vacunas es fundamental”, afirma Cahn. “Las tasas de vacunación en los adultos son, lamentablemente, bajas y es importante cambiar esta tendencia para reducir el impacto de las enfermedades respiratorias y, en consecuencia, el desgaste de los sistemas de salud.”

La concientización, el acceso equitativo a la atención y el fortalecimiento de políticas preventivas resultan esenciales para disminuir la carga sobre los servicios de salud y proteger a las poblaciones más expuestas.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias