

Durante 2024, los precios de los medicamentos experimentaron incrementos promedio del 40% por encima de la inflación general, según Ceprofar. La situación se agravó tras la finalización de acuerdos entre el Gobierno y los laboratorios en octubre de 2023, lo que derivó en una escalada de precios desregulada.
Algunos laboratorios aplicaron aumentos que oscilaron entre el 54% y el 133%, con un promedio general que permanece 40% por encima del índice inflacionario. Si bien hacia el último trimestre del año ciertos laboratorios moderaron sus aumentos, en parte por la caída en las ventas y el crecimiento de la demanda de medicamentos genéricos, los valores siguen siendo inaccesibles para gran parte de la población.
Jubilados del PAMI: los más afectados
El colectivo más perjudicado por esta crisis es el de los jubilados afiliados al PAMI, que enfrentaron incrementos promedio del 240% en los medicamentos durante 2024. Este aumento exorbitante se debe, en parte, a un cambio en la política de precios que permitió a los laboratorios aplicar incrementos mensuales del 5% por encima de la inflación desde marzo de 2024.
En noviembre, un nuevo convenio firmado entre PAMI y los laboratorios reforzó esta tendencia, permitiendo ajustes de precios mensuales variables, nuevamente por encima de la inflación. Además, muchos medicamentos considerados esenciales pasaron a ser clasificados como “Cobertura Eventual”, lo que redujo los descuentos para los afiliados al 40% del precio de venta al público general (PVP), eliminando los beneficios históricos del PVP-PAMI, que solía estar entre un 20% y un 40% por debajo del PVP estándar.
Menos ventas
El informe revela además que la suba de precios impactó directamente en las ventas de medicamentos. En diciembre de 2024, la compra de medicamentos recetados cayó un 14% en comparación con diciembre de 2023, lo que equivale a 5,1 millones de unidades menos adquiridas. La caída es aún más preocupante si se compara con octubre de 2023, alcanzando un 35% (17,38 millones de unidades menos).
Entre los afiliados al PAMI, la contracción fue aún mayor. Durante 2024, las compras de medicamentos a través de esta obra social cayeron un 22%, lo que representa 3,7 millones de unidades menos. Comparando diciembre de 2024 con octubre del mismo año, la caída fue del 32%, es decir, 6,4 millones de unidades menos adquiridas.
Ceprofar advierte que detrás de estas cifras no solo hay medicamentos que dejaron de comprarse, sino tratamientos esenciales que no están siendo cubiertos, lo que genera un impacto directo en la salud de la población, especialmente entre los sectores más vulnerables.
Diferencias entre marcas
Otro aspecto crítico señalado en el informe es la falta de regulación de precios, que deriva en amplias diferencias entre las distintas marcas de medicamentos de uso frecuente. Según Ceprofar, medicamentos como amlodipina, losartan, paracetamol, ciprofloxacina e ibuprofeno presentan brechas significativas en sus precios dependiendo del laboratorio productor.
Esta situación se ve agravada por el incumplimiento de la Ley 25.649, que establece la prescripción obligatoria por nombre genérico. La práctica extendida de incluir marcas comerciales en las recetas, incluso en obras sociales como PAMI, favorece el consumo de las versiones más costosas sin una justificación médica adecuada, perjudicando especialmente a quienes más necesitan descuentos y acceso equitativo.
El informe de Ceprofar expone un panorama crítico para el acceso a medicamentos en Argentina, particularmente para los jubilados afiliados al PAMI. Los aumentos de precios desmedidos, la eliminación de beneficios históricos y la falta de regulación generan una tormenta perfecta que amenaza la salud de millones de argentinos.
Frente a esta situación, urge que las autoridades implementen políticas efectivas que regulen los precios, aseguren el acceso a medicamentos esenciales y prioricen a los sectores más vulnerables. Sin acciones concretas, el acceso a tratamientos seguirá siendo un lujo en lugar de un derecho básico.